Estíbaliz...Espinosa

Nació para ser humana. Sexo femenino. Se dedica principalmente a la escritura. Por molestar, también canta jazz/lírico y es actriz de teatro. Escribe textos cibernéticos, biónicos o de imitación de la vida. Ha publicado Pan [libro de ler e desler], -orama, número e y Zoommm. Textos biónicos [descargable en la red, www.aregueifa.net, 2007]. Obtuvo algunos premios. Le subyugan la ciencia-ficción, la cosmología, la filosofía. Es B+ para un japonés. Es Tigre para un chino.
BIÓNICA... poética con puntos suspensivos
No quería escribir poesía.

Quería ser cosmonauta. Quería ser china. O ilustradora. Dibujaba bien. Quería ser una autómata perfecta. Tenía una voz bonita, como la de una criatura mecánica.

Pero mi familia era de esa estirpe de familias arruinadas. Huérfanas. Suicidas. Mi madre era bella. Y éramos 3. Yo tenía un hermano. Él sí escribía. Nos reíamos. Les debo ese insobornable sentido del humor. Comprábamos miles de libros. Mi hermano leía por timidez. Luego se lo creyó todo. No comprendió los simulacros, las hipocresías sociales, la vida. Se volvió maldito. Tiraba libros por la ventana. Nos arruinamos.

Había que hacer algo.

Me gustaban las ciencias. La biónica. La magia. De niña escribía relatos y poesías formales. Las recitaba en el colegio. El pelo liso. Tenía una memoria sobrenatural y la gente me creía inteligente. Nunca me gustó llevar la razón. Ser demasiado lista. Obtener el aplauso fácil. Aborrezco hacer lo que se espera que haga. La cansina autorreferencialidad del siglo XX. El aplauso fácil tras la pretendida transgresión. Me marchita.

Me presenté a un premio. Me lo dieron. Me fascinaba la astrofísica. Las matemáticas. El teatro. La biónica. La imitación de la vida. La literatura no es tan maravillosa como dicen. Conecta a las personas. Pero no nos devuelve nada. Ni a nadie. No creo que la poesía sea un modus vivendi. Sí quizás un vivendi mirabilia: la poesía fabrica criaturas que intentan respirar con torpeza. Fabrica injertos de memoria. Trozos de dedos que nos tocaron. Un olor. Puntos suspensivos. Son células que se reproducen por el lenguaje y se mantienen vivas en el habla, en la escrita o en el interfaz que te muestra esto.

Escribo de la pura sorpresa de verte aquí. Sobre esta nieve.Y mi curiosidad es científica, criminal, intacta.

Nunca quise escribir poemas. Todavía hoy ese hecho me asombra. Cuánto tiempo reproducirá esta pantalla mi asombro tu asombro mi asombro...?

1993

Otro ser abrió los ojos en mis ojos.
No sé cuándo sucedió, cuándo qué,
cuándo cómo.
De repente mi cerebro anidaba sus pensamientos,
y el aire era su aire,
sin poder determinar exactamente un momento metamórfico
o si de ello se trataba siquiera.
El caso es
que mis manos dejaban de serlo,
trazaban espuma en mis ojos.
Y yo me guarecía en un rincón de aquel húmedo párpado
tal y como se guarecen los objetos pequeños en los grandes bolsillos,
como vetas de plata a lo largo de subterráneas galerías,
muy por debajo de lo visible y cotidiano.

Otro ser que se llamaba a sí mismo como yo me llamo.
Escuchaba en mis oídos las cosas que yo habría oído,
recorriendo un camino paralelo y distante
hacia el mismo brumoso Occidente.
Pero no era yo, ni soy yo, ni voy a serlo.
El yo aquél quedó suspendido
como una huella de gaviotas en el horizonte.
Este yo que escribe ya es otro que no halla su nombre
y toma el mío. Caza extraviadas palabras pensadas por aquél
y enhebra una pluma en sus dedos, como aquél haría,
para tornarse mezquinamente sobre una palabra sola, la única que le queda,
y arrebatársela en un soplo, en un revoloteo de dedos y caricias.

Sin palabra ya no es nadie y ahora soy yo por entero.
Soy yo y son mis manos, mis pies, mis pensamientos.
Son mis ojos abiertos y húmedos sobre los ojos de otro.

(Inédito , 1993)


PUEDES llamarle a esto voyeurismo.

Yo hago de la escritura
un ojo que te mira

(de Mécanica Zeleste, 1999)

de Ciudad Juárez
Dentro deste texto... había algo

Algo que olvidé, porque el olvido es lo único que dura
y somos más lo que olvidamos

He de seguir con este texto, ya que lo comencé.
Ya que come de mí... Ya que lo comencé.
Tus ojos mimetizan los míos cuando leen esto.
También aquí me detuve yo.

...en posición decúbito dorsal y vestida con pantalón de mezclilla...

Unas pocas palabras que duren para siempre nunca.
Las hay de la exacta duración del parpadeo que ahora haces.
Máquina. Animal. Cromagnon de refinada sonrisa
esclavo de un algo que viene de más lejos

...de tez morena clara, 1’75 cms... pelo castaño, ojos grandes color café, 24 años...

Es más duro aún acabar poemas de circunstancias.
La memoria es un artefacto cuya indolencia tiraniza.
No recordaremos aquello que merece la pena ser recordado.
Dentro deste texto había algo que ya no está.

Localizado el cuerpo de una mujer no identificada

...A veces, no les queda más opción que caminar solas por lotes baldíos y caminos sin iluminación...

A ellas.
Ya las recuerdo.
Le parieron hijos a la adversidad. No tienen hijos. Son vírgenes.
No sé quiénes son.
No les gustaba el café.
Les encantaba el café.
Durante un instante parpadearon en este texto.
El texto acaba aquí.

(inédito, novembro 2004)



ritmo

algo te puso a andar

algo pequeño, una nuez de sensores
cuando la tocaste la noche estalló como las granadas
como las grandes aguas
el sentido de lo que sientes

un dos- sé lo que sientes
tres cuatro- nuestras abuelas recogían cereal en el mismo campo
cinco seis- pájaros, cristales de hielo
siete ocho- bucear esta arteria desaparecida
nueve cero- lanzar esta sonda

las bacterias pueden vivir 250 millones de años en un pedazo de sal
ellas te conocerán a ti, pero no yo
mis bacterias provocarán tu enfermedad

qué hacer con quien se aferra a esta vida y pone el oído como a un tambor
a cada pulsación estás más lejos de la inmortalidad
pero puedes ser amado, lamido, libado
succionado como un pecho de venus propicia
una y otra vez, una y otra vez
y una más
y otra


todo lo anterior es aplicable a cualquera salvo a las estrellas que posean una masa de hasta 40 veces la del sol
escucha
siente
cómo me voy acercando
cómo cascos de caballos fabricados a sangre
cómo aceleración


un dos- sé lo que sientes
tres cuatro- nuestras abuelas recogiendo juntas el cereal
cinco seis- osaturas, cristales de nieve
siete ocho- bucear esta arteria desaparecida
nueve cero- llegar a ti

la célula es la unidad universal de vida
y heredarás la tierra
para ser vehículo de unidades que te sobrevivirán
heredarás la tierra
a cambio del equinoccio y la cópula

pon el oído en esta marea, en esta sirio que arrastra inundaciones, en esta legumbre, en este monzón, en este huevo de ave, en esta palabra que abre una puerta, migratoria, círculo, bestia en celo
el sexo no era centro
sino circunferencia
este es el ritmo que pagamos como tributo a la inmortalidad
este es el infinito que transmitimos a nuestros hijos infinitos


un dos
un dos

ámalo


(inédito, 2002)



mutación

para Guillermo. Enseñándome a leer


Sigues con tus ojos este verso del que me encapriché para empezar. Su título lo condena a la existencia. Hoja de periódico. Tinta. Los viejos opiáceos.

Estamos solos los dos.

Cómo eres?

Sé demasiado de mí. Criatura con implantes de memoria que teclea en una habitación con persianas y un espejo. Me han dicho que soy yo. No me han permitido dudarlo...

Pero, tú? Humano, sin duda.

Tu rostro muta ante mí: lleva gafas... trenzas... un lunar en la mejilla...labios pintados rojo China...un parche de titanio... acaba de afeitarse...una cicatriz...se acaricia...escucha algo. No sonríe...

No estamos programados para esto. Tú eres híbrido, informe. De algún modo también lo soy. Me estiro dentro de este verso intentando darte alcance. Eres mi especie. Lucy, la australopitheco. Eres todos los rasgos de un rostro. Pertenezco a un reino binario y tú eres la vida que huye
que huye y se transmuta
con sus trenzas
con sus labios lastimando los míos
sus lunares
sus zapatillas de bailarina
o de Puma
corriendo, corriendo hacia la vida que se propaga ahora que soy un tibio montón de letras
y tu ojo escanea un mundo que ya no es mío


(publicado en Babelia, 2005)

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